Castillo en el desierto

Castillo en el desierto

sábado, 3 de febrero de 2024

Del hombrecillo, el payaso y otros personajes de la insalubridad guanaca

 


Un organismo si está enfermo, suele mostrar signos y síntomas de su enfermedad, por los cuales evidencia su falta de salud. De igual forma, una sociedad, una institución, un conglomerado, a través del correcto cumplimiento de sus funciones y fines, así como de la capacidad de hacer prevalecer el valor que merezcan sus fundamentos y principios, manifiestan su grado de sanidad.

En el caso de nuestros políticos, algunos irán tan lejos como para afirmar que en realidad la política misma lleva intrínseca la semilla de la corrupción y que el por mero hecho de ser político, a fuerza se pierde la ética. No me detendré a refutar ni a defender esta tesis, pero sí diré que para mí, un político, que al menos en algún grado no se vea obligado a lesionar la justicia, la integridad, la honestidad, la lealtad y la verdad, es verdaderamente un ave rara, uno en un millón y que debe tenerse en altísima estima.

En concreto, para nuestro caso local, no precisamos ser expertos para darnos cuenta que salvando algunas excepciones, nuestros políticos se encuentran en un deplorable estado de decadencia de todo tipo: intelectual, moral, institucional, estratégica, entre otras. El grado de enfermedad de la política salvadoreña es grave y los remedios no parecen dar esperanza de su recuperación a corto plazo.

Por un lado, tenemos a un tipo cuyo nombre es, muy irónicamente, el de uno de los profetas menores, pero por las barbaridades que ha dicho, con ellas dañando no solo su propia imagen sino la del partido que representa y de la ideología que se supone debería sustentar, ha perdido totalmente mi respeto y la cortesía de nombrarle, refiriéndome a él como lo que ha demostrado ser: un hombrecillo. Un fulano que careciendo de carisma, de elocuencia, de coherencia, de presencia, de luces intelectuales y pudimos ver que hasta de cojones, sucumbiendo a un temor intolerable y siendo incapaz de responder como hombre, mintió públicamente al alegar que no conocía sobre el propio fundador de su partido. Todos sabemos que intentó evitar caer ante las trampas que le quiso tender quien lo entrevistaba, pero en vez de respirar y dar una respuesta adecuada, dándole él su propia orientación y límites, cayó preso del pánico y dejó patente su falta de habilidad comunicativa, su grado de cobardía que le llevó a desconocer públicamente al fundador del partido de quien es candidato, la vergüenza que le produce ese mismo fundador y con ello, al menos indirectamente también,  la lucha y valores que este personaje defendió en su momento, y que este hombrecillo prefirió mantener en el olvido intencional, por evaluar él que no eran convenientes, ignorando que su reacción subcomunicó traición, ignorancia, debilidad, incapacidad, vergüenza y temor, todo esto para nada de esperar de una persona que está buscando obtener la confianza de millones de votantes y que debería tanto conocer como poder comunicar sus propias raíces ideológicas y partidarias.

Este mismo hombrecillo en otra ocasión estaba hablando públicamente de economía con un discurso…¡socialista!, lo que es absolutamente inaudito e inexcusable en un líder de un partido e ideología contrarios al socialismo. Pero no sorprende del todo, si se toma en cuenta que este candidato dice lo que se le ocurre en el momento con tal que le parezca “popular”.  Dejemos hasta aquí al pobre hombre, suficiente para no merecer ni voto, ni apoyo ni nada.

Por otro lado, tenemos a un payaso que con tal de ser mejor conocido y que la gente hable de él, hace propuestas absurdas y dice cosas extravagantes. Este mal comediante sabiendo que no ganará, sacrifica su buen nombre e imagen, convirtiéndose voluntariamente en un hazmerreír con tal de que “hablen de él”, sin la menor intención de un esfuerzo responsable de ofrecer propuestas y un discurso inteligentes. Este wanna be de showman  tercermundista lejos de ofrecernos lecciones de política seria, se rebaja al nivel de creador de contenido barato y risible en redes sociales, donde no nos extraña que la exigencia por la calidad y lo sustancioso brille por su ausencia, mientras el entretenimiento y la búsqueda de dopamina sea el gancho recurrente de la mayoría de sus usuarios.

Y  finalmente, otra fuerza política lo que nos está enseñando es que las leyes valen lo que el poder les permita, nos confirma la ley del más vivo, el imperio del voluntarismo y de la manipulación. Nos deja a muchos con sed de justicia, de verdad y con incertidumbres geopolíticas.

No siendo este texto en absoluto un radiografía exhaustiva de nuestra política salvadoreña, ni tampoco un análisis formal, sino apenas una aproximación parcial, termino mencionando algunos remedios contra los males mencionados.

Es necesario que los partidos políticos, ciertamente, se renueven y puedan adaptarse a las necesidades de nuestro contexto, pero sin repudiar sus principios y orígenes. Al contrario, desde la aceptación de su historia e ideales, desde su autoconocimiento y fidelidad a sus propios valores, serán capaces de atraer a quienes compartan su visión y comulguen con sus principios. La gente puede respetar la autenticidad, la asertividad, la coherencia pero no galardona la traición, la incoherencia ni la debilidad de quienes se niegan a sí mismos con tal de pretender quedar bien con los demás. Y no confiarán en quienes se muestren avergonzados de su propia identidad.

El marketing y la comunicación política, sobre todo orientados en las redes sociales, no deberían permitir que la publicidad por sí misma prime por encima de la calidad de las ofertas electorales ni de las cualidades e idoneidad de los políticos. En esto, la ciudadanía está llamada a ser más exigente con los políticos y tampoco comportarse como adolescentes consumidores de lo político como si se tratara de “entretenimiento”, lo que es altamente perjudicial.

Finalmente, el sagrado arte de gobernar no debería prestarse a ser el juego de niños malcriados y caprichosos, ni de oportunistas sobalevas que venden su alma al mejor postor, ni tampoco el medio que tienen algunos que de otra forma no son capaces para obtener mayores ingresos. La política debería modelarse teniendo en cuenta al menos como referente real a la ética,  no constituirse en la práctica en un divorcio tácito de ella. De nuevo, los ciudadanos deberíamos velar porque la justicia y la verdad no resultaran perjudicadas por el ejercicio del poder y de serlo, procurar su restablecimiento. No debemos cerrarnos a admitir las cualidades y logros de las distintas fuerzas políticas y sus representantes. Pero eso tampoco debe hacernos cerrar los ojos ante aquello que puede y debe mejorarse o incluso, cambiarse. Hasta que los diferentes integrantes de la sociedad no se hagan responsables de una transformación radical a nivel intelectual, técnico, espiritual y moral, ni elegidos ni electores en una democracia liberal podrán lograr el desarrollo de una política sana para el beneficio del bien común.

 

martes, 2 de enero de 2024

Ideologías y perfiles psicológicos

 Es muy interesante la pregunta de un contacto, de por qué gente con traumas, según él, tiende al progresismo. Soy católico, antropólogo y aficionado a la psicología. He estudiado traumas y trastornos de la personalidad.  



Mi opinión es que, efectivamente hay ideologías y actitudes ante la vida que intentan reconocer el orden divino y natural, seguir la naturaleza (en sentido filosófico) y el realismo, mientras otras son más proclives a la exaltación del individuo, a la emancipación de sujeto de cualquier tipo de orden establecido y una concepción materialista o naturalista del ser humano. Una persona con traumas y trastornos, en la medida de que no haya sanado o esté en grado incipiente  de vías de superación,  evitará o no le será posible una relación sana con la realidad y las personas, y en ese sentido le viene mejor un sistema de creencias y comportamientos con el que pueda sentirse cómoda en su falta de control de impulsos, en su inestabilidad,  en su caos, en su dificultad o imposibilidad en la práctica de sujeción a un orden ético y cosmológico tradicional, y por tanto, visiones de mundo que sean permisivas, liberales, laxas, subjetivistas,  vitalistas, existecialistas, como las que se hallan en el progresismo y la posmodernidad, les vienen como anillo al dedo.

Sin embargo, hay que admitir que también entre gente tradicional, nacionalista y conservadora pueden darse otros tipos de problemas psicológicos,  por compulsión u obsesión de orden no como algo ontológico, sino en su parte funcional y hasta meramente convencional, cayendo de la sana salvaguarda a la insana rigidez y rigor que ignoran la fragilidad humana y la necesidad de comprensión,  motivación y conciencia que debe tenerse para mantener un compromiso vital. También no es raro hallar gente escrupulosa,  personas violentas o agresivas sin necesidad en el ejercicio de la autoridad, narcisistas espirituales y así otros problemas psicológicos. La estructura de pensamientos y valores influye así en el desarrollo de algunas conductas en particular en cada segmento ideológico, aunque no significa que sean exclusivas de cada segmento.

lunes, 1 de enero de 2024

REFLEXIÓN DE INICIO DE AÑO (2024)

Si para estas celebraciones de Navidad y Fin de Año tuviste una mesa servida, llena de platillos deliciosos y abundantes, compartiendo al lado de tus seres queridos, en un ambiente de alegría y festejo, siéntete afortunado y agradece a Dios haber tenido esa dicha, porque miles de personas en diferentes partes del mundo, no tuvieron más que unos mendrugos de pan o ni siquiera eso para saciar no su gusto sino su hambre, cuántos permanecieron en soledad, otros, la pasaron fatal bajo un ambiente de violencia, discordia, abandono, frustración o zozobra en su mente y corazón.


 

Hablar de cosas tristes, reflexionar sobre puntos serios, no parece ajustarse al espíritu festivo que impera en estos días con justa razón. Sin embargo, no es mi intención volver sombrío y grave un tiempo colorido, luminoso, sino llevar a nuestra conciencia el hecho de que no existimos en este mundo para solo vivir nuestra vida de forma egoísta, ajena al sentido de comunidad, sin tener en consideración real nuestra humanidad compartida con el resto de seres humanos, especialmente los que tenemos más cercanos y a los que podemos llegar también con  nuestras acciones, nuestras palabras, nuestros deseos y oraciones.

Sí, celebremos, porque hay mucho por celebrar, y vayamos más lejos aun: sepamos agradecer, en primer lugar nuestra vida,  porque perfectamente podríamos encontrarnos bajo tierra pero si la Providencia nos tiene vivos es por alguna razón y vale la pena que busquemos sentido a nuestro estar aquí y ahora. Añadamos a la luz propia de estos días, el calor de la empatía, de la solidaridad, del apoyo efectivo con aquellos menos afortunados a quienes regalarles una sonrisa, ponerles atención sincera, darles un abrazo, obsequiarles alimento que nutra el cuerpo y una actitud fraterna que conforte el alma, puede marcarles una importante y oportuna diferencia, por más que podamos tener por poco lo que aportemos. Porque al final, y más allá de que nos puedan reconocer o no lo que  les demos, nuestra satisfacción será precisamente el saber ofrecer desde y con el corazón, con recta intención y buscando el bien del prójimo.

Y en el caso particular de nuestros seres queridos: que su alegría nos alegre, sus dolores nos duelan, que puedan hallar en nosotros un lugar seguro, de comprensión , amor y apoyo.

Mis mejores deseos y bendiciones para todos en este año del Señor 2024.

viernes, 24 de noviembre de 2023

Democracia liberal , el Ecce Homo justificado y perpetuado


 

A Jesús lo condenó a muerte el poder político por temor a represalias de instancias temporales superiores. Pilato, en una forma desesperada además de insostenible de intentar salvar al Redentor, deja en manos de la muchedumbre la decisión de absolver o de condenar a Cristo.  Y  por instigación de la autoridad religiosa, el "Pueblo" representado en la multitud que presenciaba el juicio más inicuo de la historia, acaba pidiendo la muerte del Autor de la vida y la liberación del malhechor Barrabás. No le sirvió su "Ecce homo" (He aquí el hombre) al gobernador, para sensibilizar y mejor aun, concientizar a los concurrentes de la inocencia del Salvador.  La plebe dio su veredicto, Pilato dictó la terrible sentencia, el sacerdocio corrompido acogió con complacencia en su mortal ceguera y falta de discernimiento, la brutal resolución.  Se resolvió por voto el destino mortal del Rey inmortal. Triunfó la democracia liberal. Con el respectivo detrimento de la justicia, la verdad y el bien.

La democracia liberal se fundamenta en la voluntad  y el número, no en la razón ni en la justicia ni en el bien común. Desconoce cualquier tipo de orden, sea natural o divino, salvo el suyo propio. Tiende a igualar lo desigual, a relativizar lo absoluto, a absolutizar lo relativo, a tolerar todo salvo a la intolerancia,   a supuestamente fomentar el pensamiento crítico pero encargándose de censurar o penalizar a quienes  la critiquen. 

Es la glorificación del pulso coyuntural,  la guerra civil endémica, la manipulación de masas para fines electorales, la carta de ciudadanía a la mediocridad, el ignorantismo culpable por intencional, de la noción de bien y mal, y finalmente, el instrumento necesario de élites oscuras para la neutralización y acomodamiento de las mentes y espíritus al  establecimiento próximo del orden mundial más despótico y perverso que haya conocido  la humanidad.

domingo, 19 de noviembre de 2023

IR CONTRA NATURA...PASA FACTURA


 Me puedo poner una capa, disfrazarme, sentirme que soy Superman y no por eso ser un superhéroe. Y si me asaltan y disparan, no tendré super fuerza ni invulnerabilidad que me protejan.

 Puedo tener un par de harapos caros, de marca,  lucirlos con actitud de pavo real, pero si no tengo una jugosa cantidad de dinero en mi cuenta bancaria o activos de alto valor, no pertenezco a la clase alta, por más gente de apellidos rimbombantes o en puestos de poder que pueda conocer y codearme con ellos.

 Puedo saltar de un edificio de 30 pisos, diciendo que la ley de la gravedad es una construcción social impuesta por los científicos, pero mi curiosa creencia no me salvará de caer y estrellarme fatalmente dejando un reguero de sangre digno de Tarantino.

 El factor común en estos casos y en tantos más en la vida real incluso, algunos avalados  y hasta impuestos sistemáticamente por oscuras fuerzas intelectuales, sociales y políticas, es aferrarse irracionalmente a puros deseos, espejismos, ilusiones y falsas ideas que por un lado distorsionan nuestra percepción de la realidad y por otro, atentan contra el sentido común y los límites que nos impone nuestra propia naturaleza, que es de una forma determinada, con características y posibilidades sanas marcadas por el buen uso de la razón y la voluntad.  Cuando ambas son reemplazadas por el capricho o por impulsos desordenados de decisiones amparadas en subjetivismo radical y puro, al margen de la sensatez y de la propia naturaleza humana, así como de la ley divina y natural, terminan en algún momento cobrando factura, no pocas veces, cara, llena de autoegaño, dolor, desilusión e incluso, muerte.


lunes, 16 de septiembre de 2019

Entrevista a Cristián Iturralde sobre 1492 y la Inquisición en San Salvador, El Salvador

Entrevista realizada por el antropólogo Roberto López-Geissmann h. al historiador Cristián Rodrigo Iturralde en el hotel Sal y Luz, en San Salvador, El Salvador, el 12 de septiembre de 2019.

Pulsar aquí para acceder a la entrevista

domingo, 3 de marzo de 2019

Libro del Orden de Caballería


Compartimos en esta entrada el enlace para acceder a la obra "Libro del Orden de Caballería" del polifacético Ramón Llull.

Pinche aquí para acceder