Castillo en el desierto

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viernes, 11 de septiembre de 2015

Catecismo Progre-liberal (Sátira). Parte I: Presentación y Credo

Presentación:
Tras las conquistas que hemos logrado en el campo de la cultura y la evolución del ser humano, empezando con el Humanismo y el Renacimiento, que volvieron a poner al Hombre en el centro del Universo, y los puntos de inflexión histórica que representaron las Revoluciones Rusa y Francesa, constatamos con profunda tristeza que la intolerancia y oscurantismo todavía persisten en mantener adormecidas y en la ignorancia a millones de personas...¡en pleno siglo XXI!

Constatamos con asombro pasmoso e indignación que nos cala hasta el alma (excúsennos esta palabra, pero es para que se nos entienda), que ante la movilización intrépida de la vanguardia de ideas, esfuerzos y actitudes que buscan la consolidación de un futuro orientado por la pluralidad, la tolerancia, el progreso, la libertad, la igualdad y la fraternidad entre todos y todas,  todavía existen elementos indeseables sumidos en la ceguera de su estrechez mental, asidos férreamente, mejor dicho, neciamente, a valores y principios totalmente obsoletos, a pensamientos más propios de cavernícolas que de personas civilizadas. Parece que todos menos ellos se han dado cuenta que su ideología no es otra cosa que una fantasía salida de una cabeza febril, de una psiquis paranoica y timorata, de un idealismo alienante. Nos referimos a esos que se hacen llamar católicos "tradicionalistas", monárquicos, terceristas, nacionalistas, y que para nosotros no tienen en realidad otro nombre que "fachos",  así como a los que a su zaga, pretenden emularlos en el mismo camino de cabezadurismo, ridiculez y deformación intelectual.

Creemos que en este punto de la Historia, no podemos darnos el lujo de retroceder. Es verdad que gracias a Dios (perdónenme de nuevo, es por reflejo condicionado por las reminiscencias de la superestructura trasnochada), esta recua es apenas una minoría risible. Pero, no los debemos subestimar. Un pequeño fuego basta para incendiar una casa, si hay suficiente combustible. ¡No hemos aun conquistado todo el poder necesario para consolidar la Ciudad del Hombre! Estas gentes son incapaces de moverse al ritmo de los tiempos. Se empecinan en creer en una realidad trascendente, en principios inmutables, en la familia tradicional. Sus actitudes cerradas resultan inaceptables y ofensivas para cualquier sujeto (y sujeta) que se diga racional y libre.

Por tanto, motivados por amor a la humanidad y su inalienable dignidad, como hermanos mayores de esos pobres, pero peligrosos descarriados,  queremos poner a disposición de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, este "Catecismo Progre-Liberal", para hacer accesible a todos y todas nuestras más enjundiosas elucubraciones, que están llamadas hoy a ser no solo defendidas, sino, a constituirse en el faro que ilumine al orbe entero y ponga en resguardo de las falsedades insidiosas de los retrógradas. 

Con mi amorosa, fraterna e igualitaria salutación,
Magister Illuminatus.

CREDO PROGRE-LIBERAL

Creo en la Libertad Madre Todopoderosa. Y en el Progreso, Su Único Hijo, Nuestro Señor. Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu del Siglo. Nació de Santo Pensamiento libre. Padeció bajo el poder de la Cristiandad. Fue obstaculizado, muerto y repudiado. Se asfixió por los conventos. Resucitó en el Renacimiento, según la Historia, subió a los Templos y está sentado a la diestra de la Libertad Todopoderosa. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y a lelos. Creo en el Espíritu del Siglo, la profana Sinarquía Masónica, la comunión de los ilustrados, la consolación de la carne y la vida caducable.
Amén.

Con las debidas licencias.

Roberto López-Geissmann h.

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