viernes, 11 de septiembre de 2015

Catecismo Progre-liberal (Sátira). Parte I: Presentación y Credo

Presentación:
Tras las conquistas que hemos logrado en el campo de la cultura y la evolución del ser humano, empezando con el Humanismo y el Renacimiento, que volvieron a poner al Hombre en el centro del Universo, y los puntos de inflexión histórica que representaron las Revoluciones Rusa y Francesa, constatamos con profunda tristeza que la intolerancia y oscurantismo todavía persisten en mantener adormecidas y en la ignorancia a millones de personas...¡en pleno siglo XXI!

Constatamos con asombro pasmoso e indignación que nos cala hasta el alma (excúsennos esta palabra, pero es para que se nos entienda), que ante la movilización intrépida de la vanguardia de ideas, esfuerzos y actitudes que buscan la consolidación de un futuro orientado por la pluralidad, la tolerancia, el progreso, la libertad, la igualdad y la fraternidad entre todos y todas,  todavía existen elementos indeseables sumidos en la ceguera de su estrechez mental, asidos férreamente, mejor dicho, neciamente, a valores y principios totalmente obsoletos, a pensamientos más propios de cavernícolas que de personas civilizadas. Parece que todos menos ellos se han dado cuenta que su ideología no es otra cosa que una fantasía salida de una cabeza febril, de una psiquis paranoica y timorata, de un idealismo alienante. Nos referimos a esos que se hacen llamar católicos "tradicionalistas", monárquicos, terceristas, nacionalistas, y que para nosotros no tienen en realidad otro nombre que "fachos",  así como a los que a su zaga, pretenden emularlos en el mismo camino de cabezadurismo, ridiculez y deformación intelectual.

domingo, 9 de agosto de 2015

Muerte de Dios: muerte del hombre. Culturas indígenas engañadas.

"Tras la muerte de Dios proclamada por Nietzche (1844-1900), el occidental, cosechando los frutos de la negación, vive ahora la muerte del hombre. Para encubrir la desesperación, la posmodernidad celebra, de modo lúdico, el caos, la libre elección arbitraria, la diversidad, lo irracional y lo soñado.

sábado, 13 de junio de 2015

Jean Raspail: visionario del actual problema de la inmigración masiva descontrolada

No hay nada más estremecedor que la crudeza de la realidad, cuando en ella se viven las escenas que en la narrativa dramática o trágica apenas parecen restringirse al campo de la imaginación literaria o a hipérboles oscuras y pesimistas de la posibilidad  de futuros cercanos con presagio de caos. 

Este es el caso de la obra "El campamento de los santos" o "El desembarco" (en ediciones más recientes) del escritor y explorador francés Jean Raspail, publicada en 1973.

martes, 2 de junio de 2015

Ante el ocaso de occidente: una trinchera, un castillo....

El ser humano, en el devenir de la historia, ha ido construyendo una serie de instituciones y civilizaciones, pletóricas de diversidad de formas, contenidos, antigüedad y extensión. Algunas, han sido universales que se desprenden del ser mismo del hombre que necesariamente busca su propia conservación, no solo individual, sino social, colectiva. Otras, son muestra de una reflexión más original, contextual, de algunas comunidades y sociedades. La producción y conservación de las características básicas que conforman la identidad (o identidades) de los pueblos, ha perfilado a través del tiempo y del espacio, cierta "subjetivación" societal, a la que se la percibe con cualidades y defectos más propios de entes individuales, con personalidad.

Pero, ni la identidad ni la historia, son estáticas. Cada civilización sufrió transformaciones, tanto a nivel general, como  en ya subproductos de la misma. Pónganse el ejemplo en el que nos centraremos: la civilización occidental. Conjunto influenciado por la filosofía griega, el derecho romano y la religión cristiana, entre sus elementos más importantes, sin obviar la existencia de otros, en distintos ámbitos, como el germánico. De esta amalgama, que en su forma más madura conformó a la realidad político- socio- religiosa de la CRISTIANDAD, surgieron diversas sociedades con mayor especificidad, de acuerdo a características de su contexto espacial, lengua, intercambiso comerciales, migraciones e idiosincrasias de sus gentes, que en buena medida, se aparcelaron en naciones, que pese a sus diferencias reales y algunas muy marcadas, se sabían parte de un conjunto superior, con una cohesión cosmovisiva y una serie de experiencias y narrativas de la vida, de lo cotidiano, de lo sagrado, que conservaban en común. 

El surgimiento de nuevas ideas y paradigmas, así como el debilitamiento y decadencia en las instituciones antiguas, entre otros factores, fueron gestando cambios sustanciales en la civilización occidental.